lunes, 17 de octubre de 2011

las redes sociales y la clase de metodología

Cuando el Doctor Armando nos pidió que abriéramos un blog, que usáramos mas el Facebook y twitter, no faltaron las voces en contra y la molestia de algunos compañeros. Al principio yo estaba un poco escéptico acerca del costo-beneficio de este tipo de redes sociales, y de su efectividad en la clase de metodología.
Ahora que han transcurrido 3 meses desde la implementación del blog y de las redes sociales, me doy cuenta del beneficio que esto ha traído y de su efectividad.

Primero considero que al escribir en un blog, se crea una interacción no solo con los compañeros, que son los que conocen el blog, sino con mucha gente que nunca hemos visto, pues al tener el blog en un servidor, como lo es Google, cualquier persona que googlee una palabra o un tema similar al contenido en alguna de las entradas, lo redireccinará hasta nuestras cuentas de blog, y esta no es la única forma de hacer nuestro blog visible, otra manera es apoyarnos en el uso de las cuentas de Facebook y twitter para publicar en nuestros muros y compartir con nuestros amigos en face o twitter, que tenemos una nueva entrada, que tenemos un nuevo pensamiento, una nueva experiencia, un nuevo conocimiento, para compartir con ellos y quienes deseen leernos.

Segundo al usar  Facebook, como un canal de discusión y análisis crítico, no solo de puntos jurídicos (pues muy pocos de nuestros contactos son juristas) sino de puntos que consideramos trascedentes para la vida política del país, nos permiten acercarnos con nuestros contactos, e intercambiar ideas y puntos de vista. Si a este intercambio de ideas le sumamos que nuestros comentarios tiene una carga jurídica, nos permitirá conocer que es lo que nuestros amigos piensan de las leyes y los problemas que a ellos les genera.

El twitter puede ser considerado por muchas personas “limitado” pues nuestros comentarios y puntos de vista se limitarán a 140 letras; yo no considero que sean pocos, al contrario, son muchos, por que para adaptarnos y emitir un comentario tan corto, tendremos que clarificar nuestra mente y así poder expresarnos con pocas letras y decir mucho.
Nuestro uso de la red social twitter, no solo es para expresar estados de ánimo, como mucha gente usa para expresar su tristeza o desagrado con cosas irrelevantes como la ponchadora de una llanta, o sus tristeza por que no encuentran un zapato. Nosotros usamos la red social, para expresar nuestra felicidad por la aprobación de una ley que consideramos benéfica.

Por los puntos anteriores, considero que no somos tuiteros, blogeros y facebuqueros comunes, nos hemos convertido en usuarios críticos en las redes sociales, donde expresamos nuestros puntos de vista jurídicos y no jurídicos (pero con trascendencia. )
Estos son solo alguno de los benéficos que ha traído el uso de las redes sociales combinado con nuestra clase de argumentación.
En resumen considero que han sido un gran aliado, y que sin importar que uno de ellos fue abierto solo para la clase (el blog) lo seguiré utilizando, por que nos hemos entendido bien.

Planear, no solo para ser mas ordenados


Empezamos a buscar información, y si no encontramos un libro que tenga exactamente el mismo título de nuestra investigación, nos damos por vencidos y decimo que no hay material suficiente, y con ese pretexto nos pasamos –en este caso- toda la maestría estancados, por que no encontramos información.

Al comienzo de estos posts en el blog, hablaba de la importancia del protocolo de investigación, pues es la columna vertebral de nuestra investigación, ahí se delimitan y limitan los temas que habremos de buscar, las fuentes bibliográficas_ aunque esto no excluye que puedan aparecer nuevas interrogantes, nuevos materiales de búsqueda, y en algunos casos “tirar” toda la investigación y tener que volver a empezar desde cero.

La planeación como su nombre lo indica, quiere decir trazar un plan, un camino por el que habremos de guiar nuestra investigación, y el puerto donde habremos de desembarcar.
La planeación también quiere decir, en términos coloquiales, sentarse y concentrarse en el tema y a partir de ahí empezar a buscar el material bibliográfico que mencionamos en nuestro protocolo como tentativo.
El plan de investigación, debe ser un documento de carácter científico, que  tiene características especiales que deben tomarse en cuenta al elaborarlo.
Debe ser congruente, esto quiere decir, que debe existir un hilo conductor, entre las ideas, y que no debe ser una “teorización” de barbaridades. El título del estudio maneja variables que se encuentran en: el problema, los objetivos, las hipótesis y las técnicas y métodos del análisis seleccionados, los cuales serán en función de dichas variables.
Otros de los puntos con los que debe contar nuestra planeación es, una fundamentación teórica, que son las teorías relativas al objeto de estudio, de nuestro tema en particular. Aunque este ponto, como lo mencioné antes. No quiere decir que lo libros deban tener el nombre de nuestra investigación, para poder ser considerados como posibles candidatos a ser incluidos en nuestra investigación científica.
La flexibilidad, al momento de planear, es de vital importancia o por lo menos debemos diseñar nuestro plan con cierta elasticidad, pues es común que las investigaciones terminen en otro divergente al de inicio. De hecho, las mejores tesis son las que refutan su planteamiento inicial, claro, siempre y cuando estos cambios de rumbo, seas debidamente documentados y explicados, basándose en el método científico.
Nuestro planteamiento debe expresarse considerando la terminología científica.
La diferencia entre un libro y una tesis, son los puntos anteriores, dado que un libro pude ser la simple recopilación de información para después plasmarla en las páginas, la teisis de maestría a diferencia de la simple recopilación de información, debe de usar todos los puntos mencionados anteriormente, para que nuestra investigación llegue a buen puerto. 

domingo, 2 de octubre de 2011

En contra del protocolo como requisito de ingreso


Para entrar a la maestría en derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, todos tuvimos que cumplir tres requisitos, el primero es un examen conocimiento de una lengua extrajera, el segundo es una examen de habilidades para estar en la maestría, y el tercer es contra el cual me manifiesto, el protocolo de investigación jurídica.
Nos piden un protocolo para ingresar, pero en realidad no teníamos ni idea de cómo elaborarlo, que debía contener y peor aun, que era un protocolo.

Yo pedí ayuda a un profesor de la facultad para que me ayudara a realzarlo, me allegue de material de la página de internet del instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Fueron varios semanas de desesperación, total el tiempo se me vino encima y el examen estaba a la vuelta de la esquina (había que entregar el protocolo el día del examen). El resultado fue un tanto desastroso, entregar un protocolo a la carrera, un protocolo del cual no tenía ni idea como elaborar, que mis dudas se fueron dispersando un poco, conforme a la marcha, pero nunca quedaron disipadas del todo.

Mi protocolo quedó patas para arriba, con un tema sin futuro o un fututo muy incierto, pues era titánico el problema en el que me estaba metiendo.
A todo lo descrito anteriormente se debe mi rechazo al protocolo, como un método de selección para el ingreso al posgrado en derecho.

En mi caso, apenas salí de la licenciatura, decidí cursar la maestría, y nunca había elaborado un protocolo y peor aún, un protocolo para un maestría, que no sabia a ciencia cierta lo que vería y como serían la materias. Después de un semestre y medio me doy cuenta que mi protocolo es un desastre, que no tenia las bases para iniciarme en una aventura como la de hacer un protocolo, con el cual me “casaré “ dos años.
Hablando con compañeros y de comentarios vertidos por mis compañeros en diferentes materias, me doy cuenta que todos tenemos el mismo problema y la misma inquietud, nos aventaron al ruedo sin capote para lidiar el toro, ese toro llamado investigación jurídica.
Lo que hemos visto en materias de primer y segundo semestre, nos hace darnos cuenta de que todos o la mayoría de los protocolos, no están bien elaborados o tienen deficiencias. Por eso es mi reclamo hacia la institución, pues nos piden un protocolo como requisito, pero la verdad es que no teníamos idea de lo que la palabra protocolo significaba y las implicaciones que esa simple palabra de nueva letras quería decir.
A mi parecer una solución sería eliminar el protocolo de investigación, y que este se elaborara en clases especializadas, durante el primer semestre, ya que se tuviera un visión un poco mas amplia, de lo que es la maestría, lo que será y los que es el protocolo.
O como segunda opción encuentro, que una vez aceptado en la maestría, se impartieran seminarios de protocolo.

Todo esto para evitar errores innecesarios y así evitar el hacer ridículos con la elaboración de un documento tan importante y trascendental como es el protocolo de investigación jurídica, material de suma importancia, que guiará el destino de nuestra investigación y nuestra vida por los próximos dos años. 

¿Debe existir la Hipótesis en protocolo?


Considero de fundamental importancia la existencia de la hipótesis dentro de un protocolo de investigaciones, pues la hipótesis es la suposición de algo posible o imposible para sacar de ello una consecuencia.

Si no tenemos una hipótesis, no tendremos una idea de donde arrancar y nuestro trabajo será desordenado, pues suposición de tener un tema o algo desde donde empezar, nos da una certeza, con la certeza de saber desde donde iremos, quiere decir que tenemos una idea de la composición de nuestro protocolo.

Otra cosa muy diferente será que nuestra hipótesis al final de nuestra investigación, descubramos que es verdadera o falsa, de resultar falsa no significa que nuestra investigación está mal, simplemente representa que estuvimos equivocados al comienzo de nuestra investigación, pero que con un método científico demostramos que estábamos equivocados, y que resultado de la misma se desprende que nuestra hipótesis resulto ser falsa.
La columna vertebral de nuestra investigación será la hipótesis, pues de ahí partiremos y a partir de ahí habremos de investigar.
En la clase surgió la pregunta relacionada con la hipótesis, y si esta debe de existir en todo protocolo. Creo que es necesaria siempre y cuando se quiera tener un camino hacia donde ir, misma que nos generará certeza y nos dibujara el camino, los libros, los temas y todo lo relacionado con nuestro protocolo.

¿pero que pasaría si no tuviéramos una hipótesis?
Pues no pasaría nada, simplemente no tendríamos una idea de donde partir, esto puede pasar cuando no se conoce sobre el tema o sobre la materia.
Considero que en caso de no tener una hipótesis lo más fácil sería crear una, sobre o un tema o idea que nos interese y a partir de ahí crear la hipótesis que guiará nuestro trabajo, por que es mas difícil no tener idea de cual será nuestro tema a tener un tema. Dicho en otras palabras, no resulta mas fácil crear una hipótesis a no tenerla.
El único problema que encuentro de crear una hipótesis, sin querer tener esa línea de investigación, es que durante el proceso de búsqueda y selección de material para nuestra indagación nos demos cuenta de que, por crear una hipótesis, “solo por crearla” no exista material suficiente, o que nos demos cuenta que el tema no tiene suficiente “madera de donde cortar”. Y al juntarse este o todos estos elementos, nos hagan volver a empezar desde cero, y que el resultado sea crear una nueva hipótesis.

Por eso creo que cuando hacemos un protocolo, tenemos que fijarnos bien cual será nuestro tema de investigación nuestra hipótesis, nuestros métodos a utilizar y demás etcéteras, pues nos “casaremos” con nuestro tema por 2 años y que como en todo relación habrá altas y bajas, pero al momento de decidir nuestro tema debemos estar consientes del tema que escogemos, y claro, de la hipótesis, pues será una relación de dos años con ese tema.